martes, 5 de mayo de 2009

Tiempo, Valor y Neurosis


“El Tiempo es oro”, una expresión utilizada comúnmente por todos, es talvez una de las frases más representativa del mundo de hoy. ¿Pero te has puesto a pensar alguna vez de donde provino esta famosa expresión, y como ha repercutido en nuestra sociedad?
Si te subieras a una máquina del tiempo y te transportaras a la segunda mitad del siglo 18, período histórico en el cual comienza la revolución industrial, observarías un conjunto de transformaciones socioeconómicas, tecnológicas y culturales en la humanidad, como también un giro en 180 grados, de una economía basada en el trabajo manual, a una dominada por la industria y la manufactura. Esto causó un cambio en el pensamiento de todos los patrones, quienes ahora sabían que lo que finalmente marcaba la diferencia, era la rapidez con la que se terminaba la labor.Con la esperanza de maximizar los resultados, aceleraron las cadenas de montaje, o pagaron por pieza fabricada para explotar más la fuerza muscular de los trabajadores, y basándose en la fórmula de que “el tiempo es oro”, a los trabajadores de las fábricas se les acabó pagando por hora.
Es en este punto, cuando el concepto que conocemos como “tiempo” se considera un costo de producción y toma un valor monetario.  

Desde la revolución industrial, el tiempo se fue haciendo cada vez más elástico.
Por definición, un bien se considera elástico cuando la variación porcentual en el precio de este bien, es menor que la variación porcentual de la cantidad demandada. De la misma manera que un bien puede ser más o menos elástico, así también el tiempo. Un ejemplo para representar este fenómeno, es al utilizar un computador, cuando este artefacto demora más tiempo en responder que lo esperado, inmediatamente decidimos apagarlo o realizar otra actividad. En otras palabras, a mayor tiempo a destinar, menor es la demanda.

No es solamente el “tiempo” el que comenzó a trasformarse en un recurso sustancialmente más elástico, sino también la gente, quienes conviven con esta realidad, estando constantemente preocupados del reloj, del tiempo que les queda, y del tiempo que se les fue. Este tipo de personas son las denominadas rushaholics, literalmente, adictos a la prisa.

El vivir de esta forma, al fin y al cabo trae serias consecuencias, transformándote en una persona altamente estresada y neurótica. 
Es difícil aceptarlo, pero la realidad es que en el mundo de hoy la neurosis se puede calificar como una enfermedad social. Ya no es solo una enfermedad exclusiva de un puñado de personas desafortunadas, mas bien la padecemos todos nosotros, insertada en nuestra rutina, hogares y relaciones.

En conclusión, la causa de tener una sociedad con millones de personas neuróticas, no es que el tiempo “pase volando”, sino más bien que nosotros queremos exprimirlo cada vez más, enfocados en el hacer, y en lograr eficiencia, desconociendo que el tiempo que necesita actualmente una planta en florecer, es igual a lo que hubiese requerido esta misma hace 250 años.

Lidor Ben-Basat


1 comentario:

  1. Increible! impresionante!! para un 7 obvio!!!
    De verdad felicidades a todos...se lo difícil que es escribir un ensayo asi y mas con Ruben que todo lo encuentra malo jajaja
    Pero no se preocupen, en verdad les encantan sólo que no lo admire nunca.
    Sigan asi!!
    Saludos,
    Dalit

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